Jose Ramon Becerra_Grupo On
José Ramón Becerra Fiaño Director gerente Grupo On Seguridad

Agrupación de instaladores de sistemas de seguridad, una ayuda al éxito individual

Instaladores de sistemas de seguridad. Imagen recurso.

La cooperación interempresarial dentro de un mismo sector añade valor a sus participantes y ayuda en su desarrollo individual. El caso de Grupo On Seguridad es un ejemplo de ello, posiblemente el de mayor alcance y éxito habido hasta ahora en España entre empresas instaladoras de sistemas de seguridad y protección contra incendios.

Los profesionales de la seguridad conocen –y muchos de ellos lo aplican diariamente en su trabajo– que para lograr una seguridad eficiente es imprescindible realizar previamente un buen análisis de riesgos, en base a los cuales y a su potencial probabilidad e impacto se deben diseñar medidas eficaces y viables en busca de un entorno más seguro. Esta máxima podemos trasladarla al entorno corporativo. Toda organización o empresario responsable no solo debe gestionar el presente para lograr los objetivos establecidos, sino intentar entrever riesgos futuros y tratar de eliminar amenazas potenciales. Lo mismo ocurre con las oportunidades; anticiparse a verlas será buena parte del éxito si se saben aprovechar.

Sin embargo, en organizaciones pequeñas como las pymes o microempresas, los empresarios no siempre son capaces de detectar riesgos y oportunidades. A veces simplemente porque el día a día les absorbe o debido a que les falta tiempo para analizar situaciones o tendencias, otras porque se acomodan a un presente aceptablemente exitoso, aunque ese acomodo pueda ser la semilla de un fracaso futuro.

En un mundo tecnológicamente tan cambiante y con la necesidad de atender nuevas necesidades sociales, lo que demandan los clientes hoy seguramente no será lo mismo que precisen mañana. En cualquier caso, el hecho de no ver los riesgos a futuro no hará que desaparezcan, mientras que no ver las oportunidades impedirá que las aprovechemos. Entre los instaladores de sistemas de seguridad, sobre todo si son organizaciones pequeñas, esta realidad se hace muy palpable. Bastante complicado resulta sacar adelante el día a día como para, además, dedicar tiempo y esfuerzo a analizar riesgos futuros o establecer estrategias a medio y largo plazo, algo que es impensable no hacer en las grandes compañías y corporaciones.

En conclusión, diseñar movimientos empresariales inteligentes con la máxima antelación posible, reconociendo riesgos y eliminando amenazas, es la clave del éxito, si no de la supervivencia. Entonces, si no lo hacen por sí mismas, ¿cómo pueden cubrir esta faceta las pymes y microempresas dedicadas a la instalación de sistemas de seguridad? La respuesta es sencilla: agrupándose. Agruparse es la mejor solución para cubrir limitaciones propias, la forma de participar en una inteligencia compartida, de hacer que el conocimiento del conjunto recaiga sobre cada empresa individual, de poder innovar y reconocer los riesgos y oportunidades percibidos por cualquier componente del grupo.

Las asociaciones empresariales son un claro ejemplo de ello. En ellas se comparten preocupaciones comunes y se lucha por los intereses de un grupo. Y un paso más allá van las sociedades de tipo cooperativo, donde además hay una vinculación directa de sus participantes en la consecución de un resultado económico.

Instaladores sistemas de seguridad. Imagen del banco de imágenes.

Ejemplo de éxito

Un modelo que ha sabido conjugar con éxito las bondades de una asociación empresarial con los de una sociedad cooperativa ha sido el aplicado en Grupo On Seguridad. Actualmente, 34 empresas instaladoras de sistemas de seguridad e incendios de toda España (si bien la cifra crece cada año) comparten una sociedad mercantil conjunta.

Todas las compañías asociadas son dueñas de Grupo On Seguridad, conformando a su vez la mayor red nacional de empresas instaladoras agrupadas. Es la iniciativa de mayor éxito habida hasta hoy en España en alcance cooperativo entre firmas instaladoras, el ejemplo vivo de cómo se puede ser competencia pero al mismo tiempo colaborar en asuntos de interés común.

Desde su sociedad multicompartida, los asociados (es decir, las organizaciones instaladoras) abordan necesidades comunes, analizan conjuntamente riesgos y oportunidades y establecen estrategias corporativas compartidas a medio y largo plazo. El modelo no anula la personalidad empresarial ni la libertad de acción de cada uno de sus asociados. No es una franquicia, simplemente incorpora a sus asociados capas complementarias de valor añadido.

Como excepción a lo que sucede en cualquier empresa con ánimo de lucro, su objetivo principal no es que le vaya cada día mejor a la propia sociedad multicompartida, sino a cada una de sus empresas asociadas. Grupo On es el medio, no el fin, y con esta línea de pensamiento se desarrollan múltiples acciones de interés común.

Iniciativas

Pero ¿qué iniciativas se llevan a cabo en una sociedad multicompartida de tipo cooperativo que aporten valor a las empresas que la componen? La respuesta, de nuevo, es sencilla: las que los asociados determinan. Son ellos mismos quienes marcan las líneas generales de actuación. Las ideas se debaten y las propuestas se comparten para llevarse a cabo aquellas que son apoyadas por una mayoría, las que mayor valor aportan al conjunto. Algunos ejemplos son los siguientes:

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