Andrés Pedreira, Pixeling
Andrés Pedreira Director Pixeling Ingeniería

Gestión del riesgo de incendios en instalaciones fotovoltaicas

Incendio instalación fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica es un tipo de energía renovable obtenida directamente de los rayos solares. Este tipo de tecnología se define como activa, ya que se produce un cambio de energía (en concreto, se transforma la energía solar en energía eléctrica) de forma limpia y eficiente mediante las células fotovoltaicas. Los sistemas fotovoltaicos en edificios de todo tipo, ya sea residencial o industrial, son una forma moderna y sostenible de producir energía eléctrica en el mismo lugar del consumo, y su aportación se considera clave para llegar al objetivo de edificios de consumo casi nulo.

En este sentido, los módulos fotovoltaicos se pueden situar sobre cubiertas, superpuestos a fachadas y tejados o integrarse como elementos del propio edificio, como cerramientos, recubrimientos, pérgolas, lucernarios, etc. Actualmente, la instalación de este tipo de sistemas en las cubiertas de naves industriales está cada vez más extendida frente a su instalación en suelo (huertos solares), básicamente por los problemas logísticos que estos últimos pueden ocasionar.

Su proliferación ha dado lugar a incidentes relacionados con incendios en los que se ven involucradas este tipo de instalaciones (ya sea como causa o como instalación afectada) desde prácticamente los años ochenta, siendo cada vez más habituales a medida que va aumentando su número.

Ejemplo español

En España, el interés por el aprovechamiento de la tecnología fotovoltaica es evidente, al ser uno de los países europeos con mayor cantidad de horas de sol. A pesar de todas las trabas legales que han ido apareciendo por el camino, continuó progresando gracias al abaratamiento de las placas solares y el progreso tecnológico de eficiencia de las mismas, y especialmente a raíz del Real Decreto 244/2019 de 5 abril, sobre autoconsumo eléctrico, del que se pueden beneficiar tanto comunidades de vecinos como los polígonos industriales.

El futuro de la energía fotovoltaica en España está garantizado, tal y como demuestra el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que traza la meta de un sector eléctrico cien por cien renovable en 2050, con una etapa intermedia del 74 por ciento en 2030. Esto hará que la tecnología de generación renovable, y con ella la fotovoltaica, sea la de mayor crecimiento en los próximos 10 años.

En los próximos años veremos cómo se multiplica el número de instalaciones fotovoltaicas y, en consecuencia, el aumento de posibles incendios

Por otro lado, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) es la asociación sectorial de la energía solar fotovoltaica en España, con una representatividad de más de 400 empresas, más del 85 por ciento de la actividad del sector en este país, y se constituye como el portavoz de la práctica totalidad de la industria: productores, instaladores, ingenierías, fabricantes de materias primas, módulos y componentes, distribuidores y consultores. Según los datos registrados por UNEF, en 2018 se instalaron en España 261,7 megavatios (MW) de nueva potencia fotovoltaica, lo que supone un incremento del 94 por ciento con respecto a los 135 MW instalados en 2017 y un importante crecimiento frente a los 55 MW registrados en 2016 y los 49 MW de 2015.

Todos estos antecedentes nos indican de manera clara que en los próximos años veremos cómo se multiplica el número de instalaciones fotovoltaicas en las cubiertas de nuestras naves industriales y, en consecuencia, el aumento de los posibles incendios por los que estas se pudieran ver afectadas. Esto hace que sea necesario profundizar en este aspecto.

Riesgo de incendios en instalaciones fotovoltaicas

Con el cambio climático y el aumento de precio y tasas en las energías no renovables, como son el gas natural, el gasóleo, etc., este tipo de instalaciones de estructuras renovables son cada vez más demandadas. En concreto, la energía solar fotovoltaica es una de las más desarrolladas y eficientes del mercado hoy en día y, además, es fácil de instalar, pudiendo utilizar las cubiertas de los edificios para alojar estos sistemas, aprovechando así el máximo espacio.

Sin embargo, los sistemas fotovoltaicos están envejeciendo sin apenas requerimientos de instalación desde el punto de vista de la seguridad contra los riesgos de incendios, agravado por una falta de mantenimiento e inspecciones periódicas, las cuales son de vital importancia para prevenir un incidente.

De hecho, a lo largo de los años, se han producido numerosos incidentes alrededor del mundo derivados del uso de esta tecnología. Por ejemplo, desde 1980 se cuenta con documentación sobre casos de incendios en sistemas de aprovechamiento solar en Estados Unidos. El primer incendio identificado ocurrió en el estado de Colorado, en el que se disponía de un sistema de calentamiento en una residencia deshabitada que se incendió al producirse un fallo en el material de aislamiento.

Figura. 1 Incendio en instalación fotovoltaica. / Fuente: Pixeling Ingeniería.
Figura. 1 Incendio en instalación fotovoltaica. / Fuente: Pixeling Ingeniería.

Posteriormente, en la década de los 2000, se presentaron casos documentados en relación a los paneles solares, siendo el más representativo el incendio sucedido en California en abril de 2009. En este suceso, una gran matriz solar fotovoltaica compuesta por 166 cadenas de 11 módulos cada una, instaladas en el tejado de una tienda, fue la causante del inicio de un incendio.

 

En este caso, el accidente se atribuyó a un arco eléctrico que generó el incendio. Este tipo de evento es una de las causas habituales en instalaciones de sistemas fotovoltaicos, por ello, su prevención es un tema de prioridad. Mientras, los incidentes se fueron acumulando con el paso de los años sin que la sociedad haya prestado especial interés.

¡Sigue leyendo!

Aquí te hemos mostrado tan solo una parte de este contenido.

¿Quieres leer el artículo completo?

Leer Completo
Contenido seleccionado de la revista digital