Francisco Muñoz Usano.
Francisco Muñoz Usano Patrono Fundación Borredá

El legado de Ramón Borredá

Ramón Borredá.

Ramón Borredá, fundador de Seguritecnia.

Todos los que tuvimos la fortuna de conocer a Don Ramón Borredá García tuvimos la intuición, en el momento de conocerlo, de estar ante una persona singular. Posteriormente, cuando veíamos sus realizaciones y los principios que lo animaban, comprendíamos que no se trataba de un empresario al uso, como sería perfectamente legítimo, sino que lo impulsaban una serie de valores que tenían mucho más que ver con el servicio a la sociedad que con ningún tipo de ganancia.

Ramón Borredá fue un auténtico referente para la cohesión de una serie de personas, entidades, administraciones y actividades hasta constituir lo que todos hoy conocemos como una realidad indiscutible: el sector español de seguridad privada. Sus reiteradas llamadas al entendimiento entre intereses divergentes, la organización sin fines estrictamente comerciales de jornadas de estudio en torno a los intereses del sector, hasta llegar a lo que todos conocimos como Congresos Nacionales de Seguridad Privada; la multitud de acciones formativas que supusieron un germen imprescindible para la profesionalización y tecnificación del sector; y los encuentros de sinergias entre el sector privado y las administraciones públicas de seguridad, han sido una tarea ingente que hasta ahora no ha tenido parangón en nuestra historia reciente.

Al tiempo de fallecer, Ramón Borredá estaba considerando la propuesta de crear una fundación (que a veces idealizábamos llamándola “Instituto Español de la Seguridad”), que en aquel momento no pudo ver su fruto como hubiéramos deseado. Sin embargo, tras la lógica conmoción de su fallecimiento, su familia rescató la idea que, obviamente, ya no podía tener otra denominación que la que hoy conocemos como “Fundación Borredá”, de cuya titularidad fue precursor el Trofeo Ramón Borredá, que hoy se configura como el auténtico Premio Nacional de Seguridad.

Ramón Borredá en la audiencia con el rey emérito Don Juan Carlos I.
Ramón Borredá en la audiencia concedida por el rey emérito Don Juan Carlos I a Seguritecnia.

Los que hemos tenido el privilegio de conocer tanto a Ramón como a sus descendientes (tanto familiares como profesionales) podemos adivinar una coincidencia de actitudes y formas de actuación que algunas veces hemos denominado con admiración el “ADN Borredá”, pero que realmente hay que reconocer como el Legado de Ramón Borredá.

Valores y principios de Ramón Borredá

Si yo tuviera que definir algunos rasgos principales de esos que configuran un estilo singular como el que hemos mencionado, creo que serían los siguientes:

  • Integridad, entendida como la coherencia entre los principios que promovía y las actuaciones que lideraba, sin ceder a las presiones, los intereses particularistas o las conveniencias.
  • Proactividad, generando constantes iniciativas durante décadas, siempre buscando la colaboración de personas y entidades que enriqueciesen sus actuaciones.
  • Servicio altruista al interés general, por el que siempre tendió al bien de todo el sector sobre el propio de su grupo empresarial, poniendo siempre por delante los fines generales sobre los particulares.
  • Sentido de la unidad, que fue el auténtico origen de la construcción de todo un sector profesional definido y cohesionado como el que socialmente se reconoce ahora a la seguridad privada.
  • Independencia de criterio, que le hizo ser un referente y una opinión de valor de general reconocimiento.
  • Pasión por el trabajo bien hecho, por la que combinaba la profesionalidad en la gestión con el disfrute en el trabajo en equipo.
  • Fomento de la formación, como base, no solo de la profesionalidad individual, sino de la propia calidad del sector.
  • Visión de futuro. Este es uno de los valores que más claramente se pueden apreciar en su trayectoria, por la gran influencia que ha tenido en la evolución del sector.
  • Constancia en los valores, que no dejó de promover en todas sus actuaciones, teniendo siempre un sentido ético, perseverando en las líneas de trabajo que apreciaba mejores para el sector.

Estos valores y principios, que orientaron la labor de Ramón Borredá y su equipo, han persistido durante todos estos años, y los vemos ahora reflejados en la tarea de la fundación que lleva su nombre y que felizmente cumple ya una década de viaje, bajo la brújula de su Patrón.