Dieter Dallmeier, CEO de Dallmeier.
Dieter Dallmeier Fundador & CEO Dallmeier

Reflexión sobre el desarrollo de la tecnología de videovigilancia

Ciberseguridad.

Durante los próximos años habrá nuevas posibilidades y aplicaciones que determinarán el desarrollo de la tecnología de videovigilancia. En primer lugar, seguramente, el análisis basado en vídeo con inteligencia artificial (IA), encontrándonos ahora en el pico del hype cycle: en algunas áreas, las expectativas resultarán ser demasiado altas; en otras, habrá aplicaciones que aún no podemos ni imaginarnos, cuando IA, edge computing/IoT, análisis de big data y plataformas de software modulares aporten a pleno rendimiento su potencial cooperando entre ellos de diversas formas.

Es importante entender que, también en el análisis y las tecnologías relacionadas, el secreto está en el esmero. Un análisis solo puede ser tan bueno como la calidad de los propios datos de análisis. Con ello, la calidad de captación y tratamiento de imagen obtiene una importancia aún mayor. El problema óptico fundamental es que, sobre todo en superficies grandes, se necesitan demasiadas cámaras o se entablan batallas de megapíxeles sobrecargando la infraestructura y presupuestos.

Algo similar ocurre con las redes neuronales: la creación de redes neuronales específicas para el cliente, adaptadas a las respectivas exigencias y cuidadosamente formadas, será cada vez más importante. En ese sentido, esperamos un cambio de rumbo, alejándose de los productos en masa de bajo coste y volviendo a la calidad de la ingeniería. En general, vamos a ver que, en el futuro, las cámaras van a ir evolucionando aún más hacia el sensor de datos óptico. Con ello, se abren más y más campos de aplicación que van a tener poco o nada que ver con la vigilancia clásica.

Ciberseguridad y privacidad

Es interesante que justo en muchos planteamientos de IA ni siquiera hayan empezado a pensar seriamente en el tema de la ciberseguridad. Imagínese qué daños podrían causarse, por ejemplo, manipulándose el reconocimiento de señales de tráfico en la conducción parcial o totalmente autónoma, cuando, de repente, una señal de stop se sustituye por una limitación de 80 km/h. Cuanta más autonomía concedamos a nuestros sistemas de asistencia –y no es distinto en la tecnología de vídeo cuando deben minimizarse, p.ej., falsas alarmas–, más importante se hacen los temas de protección de datos y seguridad de datos.

Esperamos un cambio de rumbo, alejándose de los productos de bajo coste y volviendo a la calidad de la ingeniería

Junto a las múltiples posibilidades técnicas y organizativas de minimizar el daño, vemos aquí también ventajas muy claras en los fabricantes europeos o alemanes. Nuestra comprensión occidental de la privacidad, independencia política y derechos humanos se ha formado históricamente bajo mucho sufrimiento. Protección de datos y seguridad de datos están, por así decirlo, en nuestro ADN cultural. Y aunque suene fuerte, opino que fabricantes y clientes deberían volver a asumir juntos más responsabilidad en el futuro, también, y no en último lugar, por nuestros propios mercados.

En esto se incluye no elegir por impulso siempre la solución más económica –por cierto, muchas veces solo a primera vista–, sino aquella que manifieste la mayor responsabilidad ética. Quizás, esta es entonces, precisamente por ello, la más segura.

China vs. Europa

En cuanto a China, ha conseguido pasar de ser un mero copiador de tecnología a constituirse en el innovador en algunas áreas. Las razones para ello son muy diversas y abarcan desde el brainpool –muy grande por naturaleza– hasta determinadas estrategias de control estatales que, al menos a medio plazo, parecen estar siendo de gran éxito.

Pero estamos viendo en nuestros mercados una tendencia muy interesante y completamente diferente: el sello de calidad Made in Germany o también Made in Western Europe, ya casi olvidado por la globalización, experimenta un renacimiento realmente asombroso. Y no tanto por la pura tecnología –aunque llevamos demostrando, año tras año, que precisamente con tecnología de un país con un nivel salarial más alto es posible conseguir, aparentemente de forma paradójica, un coste total de propiedad muy bajo–, sino, amén del argumento clásico de calidad, sobre todo por los dos temas de protección de datos y seguridad de datos.

Especialmente en la tecnología de vídeo, cada cámara y cada sistema de grabación como elemento IoT es un punto de ataque potencial, tanto para el espionaje industrial como para ciberataques criminales. De ello, hay un número sorprendentemente elevado de ejemplos de triste fama en el pasado reciente. En cada vez más conversaciones con clientes, la primera pregunta, en esa línea, no se refiere a las ventajas propias de la solución sino a las cuestiones de protección de datos y seguridad de datos.

En este caso, el que usted pueda documentar que toda la cadena de valor está en Alemania o Europa, que como fabricante encarga pruebas intensivas de penetración a proveedores de servicios neutrales externos y que desarrolla y fabrica en un estado de derecho donde a ningún gobierno se le ocurre imponer la programación de puertas traseras, es muy importante para muchas de aquellas personas que toman las decisiones e incluso es requerido como seguridad desde el diseño en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).