Las máquinas de autopago de los supermercados: ¿son seguras?

Redacción

La automatización planetaria es una realidad indiscutible que la pospandemia parece implantar casi a diario ante nuestros propios ojos. En este proceso de robotización mundial destacan las máquinas de autopago de los supermercados, que reducen al mínimo la interacción humana.

En España las máquinas de los supermercados ya son una imagen habitual que parece formar parte del mobiliario en un buen número de grandes cadenas alimentarias como Alcampo, Carrefour y Lidl, aunque Mercadona y Aldi se resistan de momento a incorporarlas, manteniendo el modelo tradicional de los cajeros atendidos por empleados.

¿Cuándo llegaron a España las máquinas de autopago?

Encuestas recientes indican que en los meses posteriores a la pandemia, los españoles estaban a favor del pago automatizado, como sucedía en el resto de los países de la Unión Europea, llegando a alcanzar un 87% de aceptación de este sistema

El sistema de autopago en tiendas de alimentación está en general bien valorado por los usuarios. En primer lugar, lo consideran la opción más rápida para salir de la tienda cuanto antes. En general se compra menos cuando se van a usar las máquinas en los supermercados, con lo cual se ahorra dinero en la compra. Las colas para pagar suelen ser menores, es decir, el tiempo de espera es más breve. Y también se tiene una sensación de control total de todo el proceso.

Sin embargo, dos quejas habituales son la falta de asistencia humana para solucionar alguna duda sobre el funcionamiento o un fallo técnico.

Pros y contras de las máquinas de autopago (operadas por el cliente)

Tanto el pago automatizado como los sistemas tradicionales de cobro en las supermercados y grandes superficies pueden ser seguros, siempre que la tienda y los clientes tomen las medidas adecuadas. El autopago tiene estas características positivas y negativas.

Ventajas

  • Interacción social mínima: el autopago permite a los clientes completar sus transacciones sin apenas relacionarse con el personal de la tienda ni otros clientes.
  • Distanciamiento social: en las áreas de autopago, los clientes pueden mantener la distancia de los demás, lo que reduce el riesgo de contacto en tiempos de pandemias o epidemias de gripe.
  • Agilidad de la transacción electrónica: Los métodos de pago electrónicos minimizan el tiempo invertido y también reducen la interacción humana en el caso de las máquinas de supermercado.

Inconvenientes

  • Curva de aprendizaje: algunos clientes pueden tener dificultades para operar las máquinas de autopago, lo que lleva a tiempos de transacción más prolongados y requiere asistencia del personal.
  • Riesgo de contagios: el autopago requiere que los clientes manipulen los artículos, lo que podría producir una contaminación sanitaria si no se siguen las prácticas de higiene adecuadas, es decir, desinfección frecuente de los aparatos y las pantallas táctiles.
  • Errores de facturación: los sistemas de autofacturación pueden dar fallos que resulten en acusaciones de robo indebidas.

Pros y contras de los sistemas de cobro tradicionales (cajas operadas por seres humanos)

Ventajas

  • Asistencia profesional: los cajeros están capacitados para manejar transacciones y brindar asistencia, lo que garantiza un proceso de pago más fluido.
  • Contacto reducido: los clientes pueden tener un contacto mínimo con los artículos en el mostrador de caja, ya que el cajero se encarga de la mayor parte del escaneo y el embolsado.

Inconvenientes

  • Interacción humana: el pago regular implica interacción cara a cara, lo que puede presentar un mayor riesgo de transmisión de virus durante pandemias o brotes si no se toman las precauciones adecuadas.
  • Posible tiempo de espera: durante las horas punta, las líneas de pago habituales pueden tener colas más largas, lo que aumenta el tiempo de permanencia en la tienda.

En última instancia, la opción más segura en una tienda de comestibles dependerá del cumplimiento de los protocolos por parte de la tienda y de la diligencia de los clientes en el respeto de la normativa. Los clientes pueden elegir la opción de pago con la que se sientan más cómodos y  seguros durante su compra.