Cinco tendencias que marcarán el mercado de la videovigilancia durante 2022

Control cámaras de videovigilancia.
Redacción

La pandemia ha generado cambios importantes en el ámbito de la videovigilancia, con especial hincapié en las nuevas necesidades de los usuarios y las tendencias tecnológicas. Dos factores han sido determinantes en este sentido: por un lado, la incorporación de controles adicionales relacionados con la salud de las personas que acceden a las instalaciones y, por otro, la extensión del perímetro corporativo con empleados, clientes y socios que trabajan cada vez más desde ubicaciones remotas. En este último sentido, ahora muchos lugares se controlan desde la distancia, lo que conlleva necesidades.

En este contexto, la compañía Hanwha Techwin Europe ha dado a conocer las cinco principales tendencias relacionadas con el mercado de la videovigilancia para 2022 y su impacto en la industria.

Tendencias en videovigilancia para 2022

1. Inteligencia Artificial y analíticas integradas en las cámaras

Tal como explica Uri Guterman, Head of Product & Marketing de Hanwha Techwin Europe, la Inteligencia Artificial y  las aplicaciones integradas continuarán mejorando la eficiencia y efectividad de los sistemas de videovigilancia en red. Estas soluciones permiten aplicar análisis de las imágenes para supervisar cada tipo de área o situación. «Con la Inteligencia Artificial y las aplicaciones integradas que se utilizan en los sectores verticales, los usuarios pueden realizar una detección preventiva y depender menos de la supervisión reactiva, lo que mejora la seguridad y la eficiencia», explica.

2. Los sistemas de vigilancia basados en la visión se están integrando con la Inteligencia Artificial

Otra de las tendencias en es que los sistemas de videovigilancia en red están pasando de ser simples dispositivos de supervisión a formar soluciones integrales que se pueden aplicar en todas las industrias verticales y sectores. Guterman prevé que la integración de la Inteligencia Artificial con estos sistemas «experimente un crecimiento sin precedentes». No en vano, los analistas de la industria calculan que el mercado global de vigilancia y seguridad basada en Inteligencia Artificial llegará a los 4.460 millones de dólares el año que viene, afirma este profesional.

3. Auge del modelo de negocio «como servicio»

Las empresas recurren más a la nube para el almacenamiento de información u ofrecer sus servicios. En este sentido, las compañías pueden beneficiarse de la prestación de aplicaciones, infraestructura y procesos comerciales en una oferta combinada «Como servicio». De esta manera, podrán reaccionar más rápido a los cambios del mercado y ser más ágiles a la hora de lanzar nuevos productos.

La adopción del vídeo como servicio permitirá a los usuarios obtener grabación basada en la nube. «Esto elimina la necesidad de utilizar servidores en las instalaciones y permite a las organizaciones implementar sistemas rápidamente sin necesidad de configuraciones de red complejas y que consumen mucho tiempo», apunta el responsable de Hanwha Techwin Europe.

4. Mayor enfoque en el uso responsable y ético de la tecnología

Según desarrolla Guterman, las organizaciones son cada vez más conscientes de sus responsabilidades a la hora de proteger los datos personales y de la necesidad de cumplir el Reglamento General de Protección de Datos. En ese sentido, también buscan proveedores de videovigilancia comprometidos con este objetivo y que les permitan asegurar los datos que recogen mediante medidas de ciberseguridad.

5. La integración de la tecnología continuará

La última tendencia relacionada con la videovigilancia que apuntan desde la compañía surcoreana es la profundización de la tecnología de red y el Internet de las cosas (IoT) aplicadas a las cámaras de seguridad. «Se espera que IoT disfrute de un impacto positivo de los desarrollos en la tecnología de redes, especialmente en términos de ancho de banda y latencia. Agregar tecnología de red avanzada a las cámaras es compatible con la videovigilancia remota en tiempo real, el uso ampliado de aplicaciones móviles y la gestión de redes heredadas», señala Guterman.