Josep Perea Lecina Director de SeguridadMuseo Picasso de Barcelona

"Mantener un nivel de seguridad y a la vez ser un museo cercano es realmente difícil"

Josep Perea Lecina, director de seguridad del Museo Picasso de Barcelona.

Los museos tienen la no tan simple tarea de ofrecer su arte de una forma cercana y de confianza. Pero esto puede entrañar un problema de seguridad. Sin embargo, algunas pinacotecas están optando por eliminar las barreras físicas entre las obras y el visitante, con el riesgo que ello conlleva. Un equilibrio que, tal y como cuenta Josep Perea en esta entrevista, es «realmente difícil». La tecnología, según el director de Seguridad del Museo Picasso de Barcelona, puede ser un gran aliado en este contexto

Los museos están sujetos tradicionalmente a una extensa lista de riesgos. ¿Cuáles diría que son los más preocupantes actualmente por la dificultad de afrontarlos?

Nuestro entorno es el casco antiguo de Barcelona, centro patrimonial, cultural, cosmopolita y con una alta aglomeración de personas en sus calles, de las cuales un alto porcentaje son extranjeras. Todo ello genera un caldo de cultivo propicio para una serie de amenazas muy diversas y de diferente consideración.

Como museo de acceso libre y público nos toca preocuparnos de todos y cada uno de los riesgos que puedan poner en peligro a nuestros visitantes, a nuestras obras y a nuestro patrimonio.

La amenaza terrorista, recordemos que seguimos en un nivel cuatro de alerta, es real. Y para ello hay una serie de protocolos que intentamos no solo mantener, sino adaptarlos a las necesidades del momento. Para conseguirlo contamos con la inestimable ayuda de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No en vano, es primordial poder contar con relaciones muy estrechas, continuas y de plena colaboración.

Otro tipo de amenaza que siempre está presente es el robo. La salvaguarda del espacio en sus diferentes estados de alerta siempre ha sido orientada a garantizar un alto nivel de protección, antes con más vigilantes y ahora con profesionales de la seguridad con conocimientos del medio en que el se mueven y de la tecnología, así como con experiencia y que ofrezcan una respuesta ágil.

«Hacer nuestra función sin ser visibles es nuestra aspiración, y si lo conseguimos será la garantía de un trabajo bien hecho»

En definitiva, trabajamos en equipo para intentar rebajar el riesgo ante cada nueva amenaza de robo e intentar que el riesgo sea lo más bajo posible. Pero, sobre todo, mantenernos en esos niveles una vez reducido.

Por otro lado, y en nuestro caso particular, el riesgo de incendio es alto debido a que el museo se encuentra en un patrimonio que cuenta con más de diez siglos de antigüedad. Por ello, todos los medios a nuestro alcance son auditados, probados, actualizados e incrementados en el alcance de nuestras posibilidades.

Es necesario estar alerta las 24 horas y servirnos de todos los medios técnicos, procedimentales y organizativos que nos sugiere nuestro análisis de riesgo.

En este sentido, es fundamental en este propósito contar con el apoyo incondicional de Protección Civil, el cual nos blinda en cada actualización y modificación de nuestro plan de autoprotección una serie de pautas y vías de mejora que ponemos en práctica con cada nuevo simulacro que realizamos.

Te interesa: Los nuevos retos de la seguridad en el ámbito de los museos.

En cuanto al vandalismo, siempre estamos preparados. Contamos con detección temprana, procedimientos ajustados a derecho, actuación policial y políticas preventivas.

En los últimos tiempos, los movimientos reivindicativos también han provocado acciones que han puesto en riesgo el patrimonio. Un ejemplo es la Cumbre del Clima.

En este año 2023 se cumple el 50 aniversario de la muerte de Picasso y el 60 de la fundación de nuestro museo en Barcelona. Por tanto, será un buen periodo para corroborar y mejorar nuestras políticas de seguridad.

Al margen de los riesgos, ¿qué otros grandes retos tienen por delante los museos en relación con la seguridad?

El gran reto es poder ofrecer al público una mayor interacción con nuestras obras y nuestros espacios sin que ello afecte a la propia libertad de movimiento, a la sensación de confort y a la cercanía con el entorno cultural.

En los museos con un aforo limitado y con grandes demandas de acceso, dichas prioridades quedan menguadas, y el visitante se siente observado y, en cierta manera, tiene una sensación de acoso e incomodidad que le resta motivación y le lleva a una situación incómoda. Una situación, por supuesto, no deseada por el museo.

Interior del Museo Picasso de Barcelona. Fotos del Museo Picasso de Barcelona.¿Cómo consiguen en el Museo Picasso ese equilibrio entre facilitar la experiencia de los visitantes y, a la vez, proteger las obras?

Para poder ofrecer esa sensación de cercanía y de confianza entre la obra y el visitante, los museos han optado por eliminar barreras físicas hasta el punto que, en muchos casos, han caído en un aumento del riesgo en la protección del activo. Al final, mantener un nivel de seguridad y a la vez ser un museo cercano es realmente difícil.

La Fundación Museo Picasso de Barcelona cuenta con un equipo de profesionales que, con cada nueva exposición, incorporación o cambio en nuestro catálogo barajan cuáles son las distancias oportunas, la iluminación apropiada para cada pieza, las rutas de tránsito en salas, el personal de información necesario y la tecnología y seguridad dentro de unos principios básicos de prevención, protección y salvaguarda.

En definitiva, es un continuo viaje en busca del equilibrio, basado en el análisis del momento, en una comunicación fluida entre los responsables del propio museo, los colegas del sector, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la continua revisión y mejora de nuestras herramientas en materia de seguridad, ya sea física, lógica, etcétera.

¿Cuáles son las principales características de la política de seguridad en el Museo Picasso de Barcelona para hacer frente al escenario actual de amenazas y con qué planes de seguridad cuentan para poder abordar los diferentes tipos de riesgos?

Un buen conocimiento del medio y la realización de análisis de riesgos por profesionales del sector, no vinculados a nuestros intereses, es fundamental. El equipo auditor debe ser libre y no depender o estar influenciado por intereses u opiniones en cierto modo condicionadas por la política de la empresa.

Una vez detectadas y evaluadas las amenazas mediante análisis de riesgos, actualizamos el plan de seguridad tanto en su contenido general como en los procedimientos específicos.

¡Sigue leyendo!

Aquí te hemos mostrado tan solo una parte de esta entrevista.

¿Quieres leer el contenido completo?

Leer Completo
Contenido seleccionado de la revista digital