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56 SEGURITECNIA Noviembre 2015 Artículo Técnico D urante la última década, el in- cesante aumento de los ata- ques terroristas llevados a cabo a nivel internacional –en parti- cular, contra infraestructuras críticas– ha obligado a un constante cambio en las medidas de seguridad. Por lo tanto, los aeropuertos, considerados ejes fun- damentales en las comunicaciones en todo el mundo, han pasado a ser un objetivo prioritario a proteger. Como consecuencia directa, el cam- bio en la normativa reguladora ha lle- vado a que los controles de seguridad de los aeropuertos hayan implantado nuevas medidas para evitar todo acto de interferencia ilícita que atente con- tra la aviación civil internacional. Ejem- plos claros de estas consecuencias han sido, en primer lugar, el intento de aten- tado en 2001 por parte de Richard Reid con su zapato-bomba, en un vuelo de París a Miami, que provocó cambios en la normativa que afectaba al calzado; y en 2006, la tentativa de pasar explosivos líquidos a través de un control de se- guridad en un aeropuerto londinense, lo que impuso unas fuertes restriccio- nes en las medidas, prohibiendo y limi- tando las cantidades de líquidos admisi- bles como equipaje de mano. A lo largo de estos años se ha inten- tado paliar el excesivo número de nor- mas y limitaciones que supone a los pa- sajeros el hecho de viajar en avión me- diante el impulso a la investigación en nuevas tecnologías. Aunque la norma- tiva se plantea la eliminación de algu- nas de las restricciones existentes, re- sulta imposible dada la no muy alta fia- bilidad que arrojan los resultados de los equipos de inspección de rayos X ac- tualmente en pruebas. El número exce- sivo de falsos positivos y las dudas que genera en cuanto a los falsos negati- vos suscitan las dudas por parte de los gestores, que han de invertir una ele- vada cantidad de dinero en una tecno- logía que no consideran adecuada a las necesidades. Esto, a su vez, obliga a las empresas a continuar investigando y probando los equipos, lo que se tra- duce en un tiempo de espera más largo del previsto. Todo lo comentado hasta ahora pone de manifiesto la rigidez de un sistema que sigue siendo reactivo y predeci- ble, además de la ineficiencia del gasto en nuevos recursos, el elevado coste y la mala imagen de cara al pasajero (Mc- Clumpha, 2013). Al objeto de solventar lo anterior se ha propuesto, como complemento a la seguridad aeroportuaria, la implan- tación de un sistema de detección de comportamiento focalizado en las per- sonas que podría aportar eficiencia, ya que puede basarse en un análisis de riesgos, y agilidad al acceso de los pasa- jeros por los controles de seguridad res- pecto al sistema actual. También actua- ría como medida disuasoria al añadir el concepto de impredecibilidad y ayuda- ría a mejorar la percepción que los via- jeros tienen de las actuales medidas de seguridad (Mauerhofer, 2014). En el presente artículo se expone en qué consiste esta nueva herramienta, centrando además el marco normativo en el que se encuadra. Se efectúa un re- paso de algunos de los programas in- ternacionales existentes y se finaliza con la presentación del modelo de análisis de comportamiento que se está desa- rrollando en estos momentos por parte de la Guardia Civil. Detección de comportamiento Hasta el momento, pocos son los es- tudios en los que se pone a prueba la capacidad del ser humano de infe- rir comportamientos criminales agresi- vos a través de la conducta no verbal. En su mayoría tratan sobre la capaci- María del Carmen Feijoo Fernández Cabo primero de la Guardia Civil. Unidad Fiscal y Aeroportuaria de la Comandancia de Madrid El análisis de la conducta, una nueva herramienta al servicio de la seguridad aeroportuaria

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