Seguritecnia 483

/ Febrero 2021 50 Seguridad Portuaria D esde tiempos inmemoria- les, los puertos marítimos han sido elementos clave en el desarrollo de una so- ciedad, propiciando su crecimiento eco- nómico y comercial y dando satisfacción a las necesidades de suministro de una ciudad. Es evidente que los puertos ma- rítimos, siguen siendo un factor esencial para la sociedad, lejos de mermar su ac- tividad, cada vez cobran más importan- cia. Hoy en día, el transporte marítimo sigue siendo el medio más eficaz en el traslado de mercancías. La definición de puertomarítimo queda perfectamente clara en el Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante. Se denomina puerto marítimo al “conjunto de espacios te- rrestres, aguas marítimas e instalacio- nes que, situado en la ribera de la mar o de las rías, reúna condiciones físicas, naturales o artificiales, y de organización que permitan la realización de operacio- nes de tráfico portuario, y sea autorizado para el desarrollo de estas actividades por la Administración competente”. De lo anterior, es necesario saber qué implica el tráfico portuario. La citada norma lo define como “las operaciones de entrada, salida, atraque, desatraque, estancia y reparación de buques en puerto y las de transferencia entre éstos y tierra u otros medios de transporte, de mercancías de cualquier tipo, de pesca, de avituallamientos y de pasajeros o tri- pulantes, así como el almacenamiento temporal de dichas mercancías en el espacio portuario”. Más allá del tipo de puerto y atendien- do a su clasificación desde distintos pun- tos de vista, un puerto marítimo aglutina gran cantidad de infraestructuras y servi- cios donde distintos actores, públicos y privados, gestionan, explotan y desarro- llan las actividades que se prestan des- de estos. Algunos de dichos agentes que desarrollan su actividad en mar o tierra pueden ser: prácticos, consignatarios, remolcadores, amarradores, empresas estibadoras, aduanas, astilleros y talle- res, cargadores, depósitos comerciales, etc. Además están todos los colaborado- res que prestan servicios a los primeros. Estamos ante un gran colectivo, la co- munidad portuaria, que engloba la gran variedad de sectores de producción y servicios que desarrollan su actividad en torno a un puerto marítimo. Lo cierto es que los puertos tienden cada vez más a integrarse en las cade- nas logísticas de producción, transporte y distribución, y a convertirse en autén- ticos centros de valor añadido. De este modo, no solo son parte de la cadena del transporte, sino que forman un entor- no productivo y logístico de gran impor- tancia, en el que se desarrollan distintas actividades industriales, turísticas, de negocios, entre otras, que van más allá de las actividades más tradicionales. Teniendo todo esto en cuenta, a nadie extraña que los puertos sean puntos es- tratégicos en el actual sistema de pro- ducción, de transporte y de comercio nacional y mundial. Como nexo estraté- gico, es un sector fuertemente regulado. Amplia regulación De la normativa específica de seguri- dad aplicable a puertos marítimos y a las instalaciones portuarias, existen dos normas que actúan como eje sobre el que se sustenta su protección y la dis- ponibilidad de los servicios que presta: el Código Internacional de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias (Códi- go ISPS) y la Ley 8/2011, en la que se establecen medidas para la protección de las infraestructuras críticas (Ley PIC). Estas normas, aplicables a todos los puertos, incluyen los campos común- mente denominados como safety , se- curity y ciber. Esto implica que para que la seguridad de un puerto sea realmen- te eficaz y eficiente debe abarcarse de una forma integral, pudiendo así crear Seguridad integral en los entornos portuarios V íctor M. H ernández S egovia D irector técnico de E ulen S eguridad

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