Inteligencia de seguridad La investigación en seguridad internacional en la elaboración de inteligencia corporativa

La inteligencia corporativa, como conjunto de información elaborada y analizada, con capacidad para contribuir al proceso de toma de decisiones de una determinada organización, debe basarse en parámetros inclusivos y multidisciplinares que integren todos los aspectos relacionados con el desarrollo de la propia organización. Un modelo demasiado rígido o centrado en solo determinados aspectos reduciría el ámbito de dicha toma de decisiones y, por tanto, la certidumbre de las mismas, al generar una imagen sesgada. Este artículo revisa una serie de elementos habituales en el área de conocimiento de los estudios de seguridad que pueden proporcionar valiosa información de cara a la elaboración de inteligencia corporativa aplicada a la seguridad desde una perspectiva multidisciplinar.

Partimos de la base de que las relaciones internacionales se pueden agrupar en dos grandes dinámicas, como son las de seguridad, que asociaremos al concepto de hard power (capacidades militares, tejido industrial susceptible de movilizar fuerzas armadas en un determinado territorio, etcétera), y soft power (basado en aspectos legales como el derecho internacional, derechos humanos, civiles, articulación legislativa de los Estados, en las interacciones económicas y en el grado de participación de las sociedades en el gobierno como condicionante de la estabilidad interna y de las relaciones internacionales). A partir de ello, podemos afirmar que la posición de un determinado país en el ámbito internacional depende, por una parte, de la solidez de sus instituciones respecto al monopolio del uso de la fuerza en el plano interno y sus capacidades para garantizar la integridad de sus fronteras y territorio en el internacional, y, por el otro, las características sociales, económicas y políticas que lo configuran y que determinan otros aspectos de su interacción con el entorno.

Aspectos para el análisis de inteligencia de seguridad

Dentro de este marco genérico, podemos identificar una serie de aspectos a analizar:

Contexto político y social. Un aspecto tan básico como el modelo de Estado (democracia, democracia consociacional, régimen autoritario, dictadura, etcétera) constituye un indicador primario acerca, por una parte, de la estructura legal y del régimen de derechos y libertades esperable tanto para la ciudadanía como para ciudadanos de Estados terceros, pero, por otra, de posibles fracturas en la estructura social del Estado. Derivada de la estructura política, situaciones de desigualdad basada en clases sociales y niveles económicos, acceso y reparto de los recursos, líneas étnicas o identitarias (en base a religión, idioma, etcétera), constituyen indicadores de inestabilidad potencial a considerar en situaciones de cambio de otras variables económicas, crisis políticas, etcétera. Una primera aproximación a este contenido se puede obtener de fuentes como el World Factbook anual de la CIA, entre otras.

La posición de un país en el ámbito internacional depende de la solidez de sus instituciones y sus características sociales, económicas y políticas

Aspectos económicos: índices de desarrollo y corrupción. Tras el genocidio de Ruanda, las Naciones Unidas comienzan a revisar su doctrina acerca de estabilidad y mantenimiento de la paz, llegando a la conclusión de que seguridad y desarrollo van de la mano, con la aparición de nuevos conceptos como el de «seguridad humana». La pobreza endémica constituye un caldo de cultivo para la inestabilidad, puesto que las sociedades buscan la supervivencia como satisfacción de sus necesidades básicas –alimentos, agua, servicios sanitarios–, y son los gobiernos los que deben proporcionarlas. Este factor nos permite establecer un vínculo entre zonas depauperadas, escasa calidad institucional y, en consecuencia, limitada prestación de servicios públicos, con zonas susceptibles de sufrir distintas formas de inestabilidad, desde desórdenes públicos, emergencia de milicias o brazos armados que proporcionen servicios a etnias y grupos identitarios concretos, redes de crimen organizado o grupos terroristas que ocupen el vacío de poder. Del mismo modo, y ello está relacionado con el punto anterior, la provisión de servicios se puede articular en forma de actores no estatales que garantizan la seguridad y, con ella, las posibilidades de supervivencia de una determinada comunidad. Una de las principales fuentes disponibles respecto al índice de desarrollo de un determinado territorio son los Informes Anuales de Desarrollo del PNUD.