La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en nuestras vidas de tal modo que no solo se analiza su impacto en el presente sino, sobre todo, en el futuro. Sin duda, esta tecnología disruptiva está llamada a transformar multitud de aspectos de la vida de las personas tal como la entendemos hoy. Uno de esos ámbitos será la seguridad, puesto que la IA plantea la dicotomía de ser una amenaza en cuanto que los delincuentes la utilizan para llevar a cabo sus acciones, pero a la vez es una gran oportunidad para conseguir mayores capacidades frente a ellos. En definitiva, esta tecnología marcará cómo evoluciona la seguridad, tanto en el ámbito público como privado, durante las próximas décadas.
Esa disyuntiva ha motivado la organización por parte de la Fundación Borredá de un ciclo de sus tertulias dedicado a analizar el impacto de la IA en el ámbito de la seguridad. La primera de estas reuniones contó con cuatro expertos que analizaron el cambio de paradigma que supone la IA para nuestra sociedad, cómo se observa desde la perspectiva de la seguridad pública, las soluciones de seguridad y la seguridad corporativa.
Ana Borredá, presidenta de la Fundación Borredá, y César Álvarez, coordinador de Proyectos de la entidad, dieron paso a los expertos en esta primera tertulia, a la que seguirán otras con la misma temática.
IA generativa
Los últimos avances están representados por la inteligencia artificial generativa, que es capaz de crear diversos tipos de contenidos replicando las habilidades humanas. ChatGPT es el mayor exponente de esta tecnología disruptiva que «realmente lo ha cambiado todo» y representa «una ruptura bastante radical del statu quo«, tal como expresó José Luis Flórez, experto en inteligencia artificial y fundador de la compañía Dive.
Uno de esos cambios de paradigma viene dado porque ahora las máquinas pueden realizar tareas antes reservadas al ser humano. Es lo que se conoce, explicó Flórez, como la paradoja de Moravec, «que dice que aquellas capacidades que consideramos, desde un punto de vista cognitivo, como más sofisticadas y más específicas del ser humano son aquellas que la IA ha podido replicar de una forma más rápida y con más éxito». Como ejemplo, se refirió a que para las computadoras ahora es más fácil superar la inteligencia de Kaspárov que la de Messi. «Pero es que incluso en otros ámbitos, como el creativo, la programación y demás, estamos viendo que la inteligencia artificial tiene la capacidad de superar a los seres humanos en términos de calidad y, desde luego, de velocidad», añadió el experto.
La “gran revolución” de la IA generativa no solo viene dada porque procese imágenes, textos o archivos, sino porque puede dar respuestas complejas
La inteligencia artificial generativa tiene además el atributo de ofrecer respuestas complejas a las solicitudes que les traslada el humano. Al contrario que el aprendizaje automático o el deep learning, «que analizan la información y ofrecen una respuesta sencilla» a partir de los datos facilitados, la IA generativa «genera datos arbitraria o significativamente similares a los que hemos utilizado para entrenarla».
La «gran revolución» de la IA generativa viene dada también porque no solo procesa datos complejos que pueden ser imágenes, textos o archivos, sino porque que la respuesta también será compleja y no se limita a dar indicadores.
El hecho de que tenga tantas aplicaciones ha impactado de tal manera en el ámbito empresarial que «implicará la remodelación de los puestos de trabajo». «Unas dos terceras partes de los puestos de trabajo van a verse modificados, que no sustituidos, por el uso de la IA generativa», cuantificó Flórez con base en un estudio elaborado por Amazon. Sin embargo, advirtió, la adopción de esta tecnología por parte de las organizaciones no vendrá sola, sino que implicará cambios de gobierno, de gestión, de formación, de perfiles profesionales…
Antes de despedirse, Flórez reflexionó también sobre los riesgos que entraña la IA generativa. Concretamente en la capacidad de manipular a las personas mediante su utilización. «Antes ya podíamos saber cuáles eran las palancas que mueven la voluntad o la posición de las personas con respecto a diferentes temáticas» –indicó poniendo como ejemplo el caso Cambridge Analytica–, «pero con la irrupción de la IA generativa no solo sabemos caracterizar cuáles son las palancas que mueven incluso a nivel emocional a las personas, sino que tenemos elementos para crear contenido». Un contenido que, añadió, ahora se puede generar de manera «hiperpersonalizada, masiva y muy dirigida».
IA y seguridad
En el ámbito de la seguridad, la inteligencia artificial está llamada a ser una de las herramientas que permitan aumentar la eficiencia policial. Sin embargo, la aplicación de tecnología por parte de las Fuerzas y Cuerpos de también está sujeta a limitaciones de diferente carácter, especialmente legales. Rosalía Machín Prieto, jefa de Proyectos TIC, Inteligencia Artificial y responsable del Departamento de Fondos Europeos de la Subdirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad (SGSIC), ahondó en estas cuestiones durante el encuentro.
La también comandante de la Guardia Civil recordó que la Unión Europea ha sido el primer bloque del mundo en regular la inteligencia artificial. Sin embargo, el enfoque de la normativa comunitaria prioriza aspectos como la privacidad de las personas, que en países como China o Estados Unidos –los más avanzados en el desarrollo de esta tecnología– quedan en un segundo plano cuando se trata de asuntos de seguridad.
Para Machín, una de las principales capacidades que permitirá la IA en el ámbito de la seguridad pública será la de recoger datos, tratarlos y conectarlos entre países para resolver cuestiones como la protección de fronteras exteriores. «Estamos hablando de que ahora lo que se podrá hacer es un match entre el dato biométrico y el identificativo, y que lo va a hacer una máquina mientras, por debajo, corren procesos de inteligencia artificial, machine learning, deep learning, que permitirán comprobar si efectivamente esa es la identidad de la persona», ejemplificó la ponente.
¡Sigue leyendo!
Aquí te hemos mostrado tan solo una parte de este contenido.
¿Quieres leer el artículo completo?
Archivado en: