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Miguel Ballabriga 'Sales Manager' Spain and Portugal Dallmeier

Videoseguridad como enfoque global: ¿regreso al fabricante integral?

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¿Todo de un mismo fabricante o best of breed? Los responsables de tomar decisiones a menudo se enfrentan con esta pregunta cuando tienen que elegir entre una solución integral de un único fabricante o combinar productos y servicios de diferentes proveedores. Una infraestructura de sistemas heterogénea y proyectos de grandes dimensiones, cada vez más complejos, conducen a que de nuevo más clientes opten por el fabricante integral. Criterios como una alta capacidad de integración y unas responsabilidades claras son, en ello, los argumentos esenciales.

Cuando se trata de combinar los componentes necesarios para un sistema de vídeo basado en red, las empresas con el enfoque best of breed no se comprometen con un fabricante específico. Más bien combinan aquellos elementos que, supuestamente, cumplen de la mejor manera los requerimientos. Los usuarios esperan ahora que la incorporación de los mejores componentes de cada área proporcione la mejor solución global. Para que esto funcione, estándares como ONVIF deben asegurar la compatibilidad.

Mayor beneficio

El área de Alta Tecnología se caracteriza por ciclos de innovación cortos y por productos en los que renovaciones técnicas, también en el corto plazo, conllevan a menudo un beneficio muy alto para el cliente. Aquí habitualmente los estándares industriales solo representan el mínimo común denominador: mientras las innovaciones se reproduzcan dentro de los estándares no hay problema en que se combinen productos de distintos fabricantes.

Pero en muchos casos los nuevos productos innovadores poseen funciones especiales que pueden no ser operativas con sistemas ajenos mediante un estándar establecido. Si ahora el producto innovador es implantado dentro de una solución best of breed, el rendimiento del sistema completo es “estrangulado” y el beneficio para el cliente reducido. A esto se une que los fabricantes, cada vez más, dejan de ser un mero proveedor de productos para transformarse en uno de soluciones integrales que, a menudo, ofrece sistemas específicamente integrados entre sí.

Una infraestructura de sistemas heterogénea y proyectos de grandes dimensiones conducen a que más clientes opten por el fabricante integral

Utilizar todos los componentes de un fabricante, en muchos casos también implica que los módulos técnicos individuales (cámara, grabación, plataforma de software, etc.) sean totalmente compatibles el uno con el otro y, posiblemente, que hayan sido desarrollados juntos. Esto cobra especial importancia en el caso de que la calidad de los datos de imagen y vídeo captados deba ajustarse al sistema de análisis de inteligencia artificial. La usabilidad y uniformidad de las interfaces de usuario, y con ello la reducción en los tiempos de formación y en el número de errores en el manejo, son otro ejemplo.

‘Security by design’

Los defensores del enfoque de fabricante integral destacan la protección de datos: si los componentes del sistema de diferentes fabricantes no trabajan perfectamente juntos, puede que no se cumplan las normas de protección de datos. En este sentido, el Reglamento General de Protección de Datos prevé, en función de la gravedad de la infracción en esta materia, multas elevadas.

Tan considerables consecuencias se pueden esperar en el caso de un enfoque best of breed mal entendido, también en cuanto al tema de la seguridad de datos: siendo los sistemas de vídeo sistemas informáticos o bien elementos del Internet de las Cosas interconectados son objetivos populares para ataques. Los fabricantes lo afrontan mediante funciones entrelazadas para la protección y seguridad de datos (privacy by design o bien security by design). Más uniformidad, a menudo, significa una mejor integración de las funciones de seguridad, y con ello una vulnerabilidad inferior. Muchas veces también es razonable reflexionar sobre si un fabricante puede independizar sus procesos de investigación y desarrollo económica y políticamente: hay que tener en mente las “puertas traseras” técnicas.

Responsabilidades

Pero no solo a nivel técnico hay puntos esenciales a favor del enfoque “todo de un mismo fabricante”. Ya en el momento en que se elaboran los requerimientos y los objetivos de un proyecto, los fabricantes pueden prestar un asesoramiento valioso. Como es natural, son los que poseen el mayor conocimiento de sus productos; además, a menudo existe un alto valor empírico fruto de proyectos ya finalizados.

Cuando se trata de la planificación gráfica de una solución, en la actualidad los equipos de planificación 3D de algunos fabricantes son capaces de crear, incluso de grandes entornos de clientes, “gemelos digitales” y simular con exactitud toda la solución integral, incluidas las cámaras y otros componentes. Aspectos importantes como las densidades de resolución exigidas, el compliance, la protección de datos o los deseos de cambio en los componentes ya son tenidos en cuenta previamente. Muchos instaladores no tienen los medios técnicos y personales de los que dispone un fabricante consolidado.

Más uniformidad significa a menudo una mejor integración de las funciones de seguridad y, con ello, una vulnerabilidad inferior

Finalmente, la implementación y el funcionamiento exitoso representan el último gran reto. Muchos instaladores e integradores tienen una amplia experiencia en numerosas soluciones de diferentes fabricantes, pero no pueden necesariamente contar con el conocimiento detallado que tienen los equipos de expertos del fabricante. Asimismo, una imputabilidad y responsabilidad clara ofrece enormes ventajas, especialmente en aquellos proyectos más grandes con muchas competencias distintas (principio one-face-to-the-customer). En particular, esto también afecta mucho al soporte: si se producen fallos, estos pueden ser achacados directamente al fabricante; trasladar la responsabilidad a otro componente al buscar el error, simplemente no es posible.

En conclusión, además de por muchos aspectos funcionales, como la limitación técnica por estándares industriales y aspectos de protección o seguridad de datos, hay otros, como la gestión de proyecto, en los que también puede ser razonable seguir la estrategia del fabricante integral. Pero para que esto no se convierta en un juego de azar hay que examinar exhaustivamente de antemano la capacidad del fabricante. Tal vez dicho fabricante ofrezca la posibilidad de que sean los propios clientes quienes puedan convencerse de la elección correcta de su socio en una visita in situ a la sede central.