La seguridad es un asunto fundamental para los tiempos que corren, lo cual hace que se convierta en un reto global debido a distintos acontecimientos internacionales como actos terroristas. Para velar y defender la seguridad, la inversión en tecnología avanzada es primordial. Es cierto que las empresas y distintas entidades utilizan varios métodos de protección como arcos detectores o móviles de inspección por Rayos-X, sin embargo, estos son aparatos de detección de posibles amenazas. Pero cuando la esta está a la vuelta de la esquina, los contenedores antiexplosivos son una gran herramienta para evitar catástrofes.
Para qué sirven los contenedores antiexplosivos
Sirven para proteger a los usuarios contra una posible explosión de sustancias detonantes o sustancias tóxicas que puedan encontrarse en equipajes, paquetes u otros objetos de almacenamiento. Hoy en día, normalmente se utilizan para pruebas explosivas en investigaciones científicas, almacenamiento y el transporte de armas nucleares y químicas.
La presencia de los contenedores antiexplosivos son fundamentales en infraestructuras críticas para garantizar su seguridad, sobre todo en aquellas como puertos, aeropuertos y plantas de clasificación de paquetería.
Target Tecnología ofrece una solución
Target Tecnología presenta el contenedor Paula 2 de JAKUSZ, que cuenta con una tecnología avanzada capaz de proteger contra las ondas de choque, ondas acústicas, sobrepresión, llamaradas y gases tóxicos. Explican que estos contenedores en cuestión cuentan con un cuerpo esférico con aproximadamente 1,7 m³ de volumen, que permiten contener los efectos de una explosión (o varias explosiones sucesivas), limitando tanto la onda expansiva y los fragmentos lanzados a gran velocidad.
Estos se encuentran especialmente situados en aeropuertos con altos índices de pasajeros diarios y en naves de clasificación de paquetería, con la intención de obtener un asilamiento rápido y seguro de paquetes o equipajes que puedan portar explosivos.
Una vez obtenido el explosivo, se debe introducir en el contendor, que posteriormente será trasladado a una zona apartada donde se pueda llevar a cabo la explosión controlada. El contenedor es tan resistente, que es capaz de proteger a las personas que estén en el radio de detonación cuando esta suceda.
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