En estos momentos de tensión planetaria, Rusia es considerado por muchos analistas el país más peligroso para la seguridad global. Las causas que explican este primer puesto: su capacidad militar, su arsenal nuclear y su papel en conflictos internacionales de alto riesgo.
El país más peligroso para la seguridad global
La invasión rusa de Ucrania en 2022 desencadenó una guerra que afecta a la seguridad europea y que es el mayor enfrentamiento geopolítico desde la Guerra Fría. El conflicto iniciado unilateralmente por Vladimir Putin ha provocado tensiones internas en la OTAN y entre las potencias occidentales La posibilidad de una escalada que involucre armas nucleares tácticas, sumada a la alianza estratégica de Moscú con potencias como China, plantea un escenario altamente volátil. Si la guerra en Ucrania se extendiera o se produjera una confrontación directa entre Rusia y países de la OTAN, el riesgo de un conflicto global aumentaría considerablemente. Por su poder destructivo, postura desafiante y voluntad de confrontación directa, Rusia se perfila como el país con mayor potencial de desencadenar una Tercera Guerra Mundial.
Además de su acción directa en Ucrania, Rusia ha adoptado una política exterior agresiva que incluye el uso de la desinformación, ciberataques y apoyo a regímenes autoritarios, lo que incrementa la desestabilización en varias regiones del mundo. Su involucramiento en conflictos como el de Siria, su respaldo a gobiernos sancionados como el de Irán, y su influencia en países de África a través de grupos mercenarios como Wagner, muestran un patrón de confrontación con los intereses occidentales. Esta estrategia de guerra híbrida, que combina medios militares, tecnológicos y económicos, convierte a Rusia en una potencia impredecible, capaz de generar crisis internacionales que podrían escalar más allá de sus fronteras.
La amenaza de una Tercera Guerra Mundial
Por otro lado, el riesgo de una guerra mundial no se limita únicamente a los conflictos convencionales. Rusia tiene un arsenal nuclear entre los mayores del mundo y ha avisado en múltiples ocasiones que lo usará en caso de considerarse gravemente amenazada. Esto genera una preocupación constante. Las tensiones con la OTAN, especialmente en países bálticos o en la región del Ártico, podrían convertirse en el detonante de un enfrentamiento directo entre potencias nucleares. Además, si Rusia sigue estrechando sus lazos militares con China o Corea del Norte, se podría configurar un bloque geopolítico capaz de desafiar abiertamente el orden internacional, elevando exponencialmente el riesgo de una batalla planetaria de proporciones catastróficas.
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