El servicio de seguridad estándar para los políticos españoles de alto rango, como ministros, presidentes autonómicos o líderes de partidos con representación en el Congreso, corre a cargo principalmente del Cuerpo Nacional de Policía. En concreto, de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad Central de Protección.
Estos políticos suelen contar con escoltas personales, vehículos oficiales con medidas de protección y vigilancia permanente en sus domicilios y lugares de trabajo. El número de agentes varía en función del cargo, el nivel de exposición pública, las amenazas recibidas y las decisiones del Ministerio del Interior. En general, un político de alto rango puede tener entre 4 y 10 escoltas asignados de forma habitual.
El líder político español con más servicio de seguridad
En España, el político con mayor servicio de seguridad es el presidente del Gobierno. En la actualidad, ese alto cargo le corresponde a Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Como jefe del Ejecutivo, cuenta con el dispositivo de protección más amplio y sofisticado del país. Lo aporta principalmente el Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno, en coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía y, en algunas situaciones, con la Guardia Civil.
Este equipo de seguridad asume no solo su protección personal, sino también la de su familia y de los espacios donde reside o trabaja, como el Palacio de La Moncloa y otros lugares oficiales. Las medidas incluyen escoltas personales, vehículos blindados, seguimiento de comunicaciones, vigilancia preventiva. El equipo trabaja en coordinación con otros organismos de seguridad nacional e internacional, especialmente cuando realiza viajes oficiales al extranjero.
La polarización política justifica un aumento de la protección
Pedro Sánchez ha sido objeto de atención mediática por su alto nivel de seguridad, sobre todo desde que se intensificaron las amenazas contra altos cargos a raíz de la polarización creciente del clima político español. Estas presiones habrían justificado el aumento de la protección, que según informes no oficiales, podría superar los 40 escoltas en algunos momentos críticos, aunque el número exacto está clasificado por motivos de seguridad nacional.
Además del presidente, otras figuras como el rey Felipe VI, el ministro del Interior y los líderes de otros partidos con representación parlamentaria también cuentan con distintos niveles de seguridad, aunque en todos los casos son inferiores al del presidente del Gobierno. Sin embargo, la diferencia es notable, ya que Sánchez, como máxima autoridad del poder ejecutivo, simboliza la estabilidad institucional y política del país, lo cual justifica su protección reforzada.
Gasto anual en la seguridad de los políticos españoles
Entre las decenas de miles de políticos españoles, que rondarían los 100.000 según cálculos recientes, el que tiene un servicio de seguridad más contundente es el presidente del Gobierno. Como hemos explicado, Pedro Sánchez tiene un rango de protección elevado, debido a su alta exposición pública y el creciente contexto de agresividad en torno a las figuras políticas relevantes.
En cuanto al gasto anual que supone este tipo de protección, no existen cifras públicas detalladas por motivos de seguridad. Pero se estima que en nuestro país el presupuesto total para escoltas y dispositivos de protección ronda entre 30 y 35 millones de euros al año. Esta cifra total incluye los correspondientes sueldos, coches blindados, combustible, tecnología de vigilancia, dietas y formación de los equipos humanos.
Por ejemplo, proteger a una alto cargo político con un equipo completo de escoltas puede costar entre 300.000 y 600.000 euros al año, dependiendo del nivel de riesgo y los recursos desplegados. Aunque estos costes son elevados, se consideran necesarios para garantizar la seguridad de los representantes públicos y preservar la estabilidad institucional.
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