Informe de Europol sobre Situación del Terrorismo y Tendencias 2022

Terrorismo, la otra secuela que deja la pandemia del COVID-19

Terrorismo, las otras secuelas que ha dejado la pandemia de COVID
Enrique González Herrero

La pandemia del COVID-19 está teniendo un impacto en el terrorismo, especialmente por servir de pábulo a la narrativa extremista. La combinación de aislamiento social y un mayor tiempo navegando por Internet ha exacerbado el riesgo que representa la propaganda terrorista para algunas personas. «El impacto social de la pandemia de COVID-19 permanecerá con nosotros durante algún tiempo y debemos estar atentos a algunos de los desafíos a largo plazo que se derivan de esta crisis sin precedentes», alerta en ese sentido la directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle.

La propaganda difundida por extremistas durante los dos últimos años ha encontrado en las informaciones falsas sobre el COVID-19 su principal gancho de atracción. Esto ha facilitado el reclutamiento para diferentes causas de sujetos negacionistas o descontentos con las medidas para combatir la pandemia, según el Informe sobre Situación del Terrorismo y Tendencias 2022, elaborado por Europol.

«El entorno online juega un papel clave, ya que facilita la (auto)radicalización y la difusión de propaganda terrorista. Europol ha ampliado significativamente sus capacidades para identificar contenidos de terroristas y extremistas violentos, y está trabajando con proveedores en línea para eliminarlo», afirma De Bolle.

El perfil que dibuja el organismo europeo de las personas atraídas por el terrorismo es el de alguien violento, anti-COVID-19 y anti-gubernamental, que no está afiliado al extremismo tradicional. Pero sobre todo son los menores y jóvenes los más susceptibles al proselitismo de grupos violentos de todo tipo. El informe de Europol señala, por ejemplo, que «los terroristas de derecha utilizan cada vez más plataformas y servicios de juego para canalizar propaganda dirigida a una generación más joven de usuarios».

El documento recoge que las restricciones vinculadas a la pandemia también tienen el potencial de «exacerbar trastornos mentales preexistentes que pueden provocar actos violentos que se asemejan a terroristas o ataques extremistas».

El terrorismo en la Unión Europea

La directora de Europol indica en base al documento que los actores solitarios relacionados con el yihadismo y el extremismo violento de derecha «siguen siendo la mayor amenaza asociada con posibles ataques terroristas y extremistas violentos en la Unión Europea». Sin embargo, existen otros actores activos, como el extremismo violento de izquierdas.

El informe indica que el año pasado se produjeron 15 atentados completados, frustrados o fallidos en la Unión Europea. Los cuatro ataques completados incluyeron tres del terrorismo yihadista y uno de orientación de extrema izquierda. Aun así, el total de ataques completados, frustrados y fallidos en 2021 es considerablemente menor que el
año anterior (57), «debido a una disminución significativa del número de ataques atribuidos al terrorismo de izquierda».

Las autoridades policiales europeas arrestaron a 388 sospechosos de delitos relacionados con el terrorismo en 2021. Más de dos tercios de los arrestos tuvieron lugar tras las investigaciones sobre delitos de terrorismo yihadista en Austria, Francia y España.

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