El autor de este artículo realiza algunas reflexiones en cuanto al cambio de ubicación y dependencia de la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad que pueden afectar a la continuidad del Sistema PIC.

Los cambios más destacados tienen que ver con la regulación de las armas acústicas, de salvas, de alarma y de señales para evitar que se conviertan en verdaderas armas de fuego.

A pesar de los avances tecnológicos, los métodos de verificación visual pueden ser víctimas de su propio éxito y generar falsas alarmas.

Cinco grandes hoteles, seis parques temáticos, un balneario, un centro médico y más de 20 pistas deportivas; además de numerosos restaurantes, cafeterías, tiendas de ropa, un centro comercial, discotecas… Un gran elenco de instalaciones con las que cuenta Marina d’Or y cuya seguridad debe gestionar el departamento que dirige César López. Para ello, por ejemplo, cuenta con aproximadamente 6.000 cámaras, con sistemas de control de accesos y con sistemas de detección de intrusión, entre otras medidas de seguridad. Situación a la que se le suma la difícil gestión del coronavirus. Todo, con el objetivo de que los clientes estén y se encuentren seguros en sus vacaciones.

En él se recogen las conclusiones del ciclo de tertulias y píldoras informativas digitales que realizo la institución, durante el mes de junio y julio, con sus Socios Protectores y Comité Asesor.

Ante un incendio no existe posibilidad de maniobra ni rectificación alguna. Si el sistema falla, las consecuencias pueden ser catastróficas.