El año pasado usted se convirtió en la primera mujer al frente de una comandancia de la Guardia Civil, la de Teruel. ¿Qué significado tiene para usted este avance y para la propia Benemérita?
Que haya mujeres al frente de unidades a nivel provincial tiene influencia directa en la normalización de nuestra presencia en instituciones de seguridad, muy masculinizadas aún. Es importante que, tanto para quienes pertenecen al Cuerpo como para la ciudadanía en general, las mujeres formemos parte del imaginario colectivo en este ámbito. Esto va a suponer, sin duda, que haya más mujeres que se planteen formar parte de la Guardia Civil, que se creen vocaciones.
Para mí fue un honor y constituye una responsabilidad muy grande. Ya antes hubo dos mujeres que ostentaron la jefatura de sus comandancias, bien de forma accidental bien de forma interina, con el empleo de comandante: en Cáceres, María Pascual; y en Guadalajara, Cristina Moreno. Sé que desempeñaron ese rol de forma sobresaliente, así que las tengo muy presentes. De hecho, la teniente coronel Cristina Moreno es, actualmente, la jefa de la comandancia de Guadalajara.
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¿Por qué decidió hacerse guardia civil y cuál ha sido el destino más enriquecedor para usted, que ha pasado por Tráfico, la Sección de Montaña, el Gabinete Técnico de la Dirección General…?
Quería ayudar a las personas y formar parte de una institución tan en contacto con la ciudadanía y sus problemas como es la Guardia Civil. Me parecía la mejor de las opciones.
Sobre el destino más enriquecedor que he tenido sería muy difícil contestar porque todos lo han sido en uno u otro sentido.
Mi primer destino en el puesto principal de Vecindario [Las Palmas] me marcó mucho. Se trataba de una demarcación bastante compleja en materia de seguridad ciudadana, donde el abanico delictivo era muy amplio. La escasez de personal era patente en un municipio de cerca de 70.000 habitantes. Se recogían en torno a 6.000 denuncias anuales. Actualmente, la plantilla de ese puesto principal es el triple de aquella con la que contaba yo entre 2001 y 2005.
«Es fundamental contar con el talento de las mujeres en materia de seguridad si queremos ofrecer un servicio de calidad a la ciudadanía»
La Sección de Rescate e Intervención en Montaña de Cangas de Onís [Asturias] y el Subsector de Tráfico de Las Palmas también fueron destinos muy importantes para mí. En el primero tuve la gran suerte de contar con grandes profesionales, expertos en el rescate en montaña con mucha experiencia y conocimiento de la zona (León, Galicia, Asturias y Cantabria). Y en el segundo, igualmente, pero en materia de gestión del tráfico y prevención de accidentes.
Por último, el Gabinete Técnico me permitió ver la Guardia Civil desde un prisma muy amplio. La visión estratégica que se enseña en el Curso de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas es fundamental a la hora de abordar la temática que se trata en los gabinetes, que es muy vasta.
Por otro lado, mi experiencia internacional en la Franja de Gaza, Colombia y Burkina Faso me ha permitido ampliar horizontes y ver otras realidades y otras formas de afrontar situaciones similares en escenarios muy distintos.
Durante su permanencia en el Gabinete Técnico, usted fue impulsora del primer Plan de Igualdad en la Guardia Civil. ¿Cómo valora su resultado y qué conclusiones destacaría?
El primer Plan de Igualdad de la Guardia Civil fue un paso adelante en materia de igualdad en el seno del Cuerpo. Gracias a él, su personal ha tenido acceso a los datos que se desprenden del diagnóstico de situación y es más consciente de la realidad de la institución en materia de personal. Además, ha permitido diagnosticar, de forma colateral, disfuncionalidades, fortalezas y capacidades de talento que estaban ocultas. Como consecuencia de ello, cada vez se le da más importancia a la igualdad efectiva en la Guardia Civil.
La primera de las conclusiones, no del Plan de Igualdad, sino mía, es que hasta que no se tienen datos solo se puede hablar de lo que uno o una ve o cómo se ha sentido o no, pero que es fundamental contar con información que nos facilite comprender lo que sucede en el conjunto.
Y sobre las conclusiones a destacar, como me pregunta, le diría que la presencia de las mujeres es vital para nuestra institución y que no podemos prescindir del talento que aporta la mitad de la población. Que tenemos que hacer por captar ese talento y retenerlo, en el sentido de fidelizarlo. No disponer de talento femenino nos confronta a un problema de seguridad nacional.
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