El COVID-19 nos está obligando a cambiar nuestros hábitos de vida, y también de seguridad. Desde Vasbe señalan que esta situación va a crear nuevas actividades de vigilancia y seguridad privada en nuestro país y nuevas necesidades dentro de las empresas que contratan estos servicios.

Según informa Europol, en 2019 tuvieron lugar al menos 119 ataques terroristas en el seno de la Unión Europea. Hasta 1.004 personas fueron arrestadas bajo sospecha de delitos relacionados con el terrorismo.

Desde Bankinter, optan por apoyar a todas aquellas organizaciones que necesiten ayuda tras el COVID-19. Además, afirman que la pandemia ha servido para que una de las mayores fortalezas de un profesional de seguridad sea la rápida adaptación a cualquier situación.

La agrupación de seguridad privada ha solicitado al resto de partidos que rechacen la propuesta que se debate hoy en el Congreso de los Diputados de retirar progresivamente el dinero en efectivo.

Desde Abertis, la gestión de autovías es una tarea importante que se ha visto mermada durante la cuarentena. El confinamiento provocó una singular caída del nivel de tráfico en las vías de alta ocupación, aunque la seguridad vial no decayó durante este periodo.

La crisis que desató la gripe A en nuestro país en 2017 ayudó a que muchos empresarios incorporaran soluciones de seguridad dentro de sus compañías. José Miguel Silva Pérez, de Acosol, afirma que esta prevención les ha ayudado a combatir la nueva pandemia del COVID-19.